Recetas Japonesas

Comida nipona sin salir de casa

Furikake casero

Si furikake (ふりかけ) te suena a chino, o mejor dicho, a japonés, no te preocupes, porque es justo su procedencia. Se trata de un condimento para el arroz muy usado en este país, que sirve para aportar ese sabor umami a los platos.

Aunque se le conoce como un condimento para el arroz, el furikake es literalmente la sal y la pimienta de la cocina japonesa. Es tan versátil que puedes utilizarlo para animar instantáneamente cualquier plato suave, como ensaladas, sopas o cualquier cosa que se te ocurra.

Furikake casero

Si te gusta la comida japonesa, y sueles pedir pescado, puede que ya lo hayas probado alguna vez en algún restaurante. Pero es tan fácil prepararlo en casa, que ahora podrás utilizarlo para transformar cualquier alimento que prepares.

Hay un sinfín de versiones de furikake, pero mi versión casera utiliza kombu y katsuobushi (escamas de bonito secas), por lo que el sabor a pescado es predominante en este aliño. Si no te gusta mucho el pescado, puede que te resulte algo fuerte.

Los japoneses utilizan las sobras del dashi, un caldo japonés hecho precisamente con esos dos ingredientes, para hacer este aderezo que luego enriquece cada plato que cocinan: unos fideos udon, un arroz blanco o incluso cualquier tipo de sopa.

También es perfecto para condimentar onigiri (bolas de arroz japonesas), salmón a la parrilla, huevos, o galletas de arroz.

Además, el furikake casero es muy fácil de hacer y tardarás solo unos minutos. Rico en calcio, yodo y hierro, este furikake casero es una forma saludable de sazonar tus platos japoneses.

Tiempo de preparación: 5 minutos

Tiempo de cocción: 10 minutos

Tiempo total: 15 minutos

Raciones: 1 taza

Ingredientes

  • 15 gramos de algas kombu
  • 30 gramos de katsuobushi (escamas de bonito seco)
  • 1 cucharada de semillas de sésamo blancas ( tostadas)
  • 2 cucharaditas de semillas de sésamo negro (tostadas)
  • Algas nori
  • 1 cucharadita de azúcar (puedes añadir más si prefieres)
  • 2 cucharaditas de salsa de soja
  • ¼ cucharadita de sal (kosher o sal marina; usa la mitad si vas a prepararlo con sal de mesa, también puedes añadir más a tu gusto)

Elaboración

  1. Corta el kombu en trozos pequeños, y ponlo en una cacerola a fuego medio-bajo hasta que el katsuobushi se seque y se separe uno del otro.
  2. Añade el azúcar, la sal y la salsa de soja, y cocínalo a fuego medio-bajo hasta que el líquido se evapore por completo.
  3. Transfiere el furikake a una bandeja o plato y deja que se enfríe. Una vez que se haya enfriado, puedes añadir semillas de sésamo tostadas y alga nori. Puedes romper el katsuobushi en trozos más pequeños si lo prefieres.

NOTAS

Guarda el furikake o en un recipiente hermético y disfruta de él espolvoreado sobre el arroz y cualquier otro plato que se te ocurra. Puedes tenerlo en la nevera hasta 2 semanas y congelar hasta un mes.

Te recomiendo que, por lo menos la primera vez, hagas solo un poco, y veas como te sale y como lo vas a usar, y después, ya tendrás cogido el punto a este delicioso aderezo.

Una vez lo hayas mezclado, prueba y añade más sal o más azúcar a tu gusto. La primera vez es normal probar varias veces, pero enseguida conseguirás el perfecto sabor más adecuado para ti. Una de las ventajas de hacer furikake casero.

No te preocupes por las medidas exactas del kombu o del bonito. Si tienes más y quieres echarlo no habrá ningún problema, y el sabor seguirá siendo delicioso.